domingo, 25 de noviembre de 2007

Idea al paso

Hoy, caminando por la calle Colón, en Escobar, desde la esquina Travi hasta Ameghino, me invadió una idea. Me sentí dentro de un muy selectro grupo: el de las personas para nada interesantes, sin nada que ofrecer, y sin ningun encanto social. Reí con cinismo, casi hasta la carcajada, me abandoné, y seguí mi rumbo hacia el teatro Seminari a ver unas obras.

1 comentario:

Bustos Domecq dijo...

Yo creo que es inevitable, todos lo sentimos en algún momento, hablo de la certeza de la propia inutilidad -aprovechando el título del blog, no podría describirlo de otra manera-; aunque supongo que nuestro propio ego se encarga de hacernos olvidar este tipo de cosas.

Un saludo; seguiré pasando por acá de vez en cuando, espero que no moleste.