miércoles, 5 de diciembre de 2007

Formas de construcción de la verdad

Patti Preso.

Ahora... ¿qué tiene que ver esto con el titulo del post?

Tiene que ver con que es una buena ocasión para preguntarnos... ¿la justicia es un medio para llegar a "la verdad"? -vamos a suponer que existe, sin poner en duda qué cuernos significa y representa-. La respuesta: no. Algo de lo que recuerdo de Foucault, con la lectura apurada de "la verdad y las formas jurídicas", es que el concepto de verdad está muy ligado al poder, y poder significa establecer la verdad, la cual se afianza y legitima mediante este invento que es la justicia (invento no en el sentido peyorativo).

Por lo tanto, caemos en que Patti se ve enredado en todo este entramado entre poder, justicia, verdad, y la saracatunga habida y por haber, independientemente de que el tipo haya o no torturado. Dar lugar a la duda de si esta justicia afín al poder de turno establece la verdad más cómoda para el sistema, le quita fuerza al hecho de juzgar a un tipo que -según mi criterio- torturó, mató, robó, tanto a particulares como a la sociedad escobaerense en su conjunto en su gustion como intendente.

Entonces... ¿adónde ir? ¿Cómo intentar contruirnos una idea del asunto? Yo, si se quiere, tengo una solución esbozada, pero es sólo válida para mi caso, o con un poco de suerte, para los residentes en el partido de Escobar.

Mi forma de plantarme con mi conciencia con respecto a esto, es basándome en un partido como el de Escobar (más que nada en Belén) donde hay arrastrados gusanos seguidores de Patti que se dicen "fieles soldados de Luis" -el uso del nombre recuerda a la mafia-; donde cuando hasta los mismos conocidos de Patti jocosamente y a manera de cuchicheo, de secreto, afirman que el tipo torturó, contándolo como si fuera algo indecible (no sé si habrá otro lugar más cuchicheador que Escobar); donde hasta en los mismos círculos de chupamedias se mencionan las chanchurreadas del tipo y de los hijos, así como el robo a dos manos de guita durante la intendencia; donde hay testimonios (siempre entre casa, todos, en Escobar está prohibido hablar en voz alta, parece) de muchos habitantes de Belén de Escobar sobre todo que fueron testigos o víctimas de los boleos en el orto o los palazos de Patti, aún siendo púberes o adolescentes en la época.

Quizás me equivoque, y no tenga nada de razón, como bien puede ser, pero mi justificación es menos endeble que aquella que dice "sí, tiene pinta de hijo de puta, seguro que sí" o "claro, la cana estuvo en el baile también".

Todo puede ser chusmerío de barrio, mentiras, sí. Pero creo que uno es más sincero frente a un grupo de conocidos, haciendo sobremesa, que frente a un juez, donde sea esclavo de sus palabras, con el riesgo de que un tipo tan pesado como este tenga elementos para matarte a vos, tu familia, tu perro y cogerse a tu abuela.

(Sí, me chafé la imagen del sitio de h.i.j.o.s)

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